SEMANA N° 13 PRÁCTICAS DEL LENGUAJE (8/6 al 12/6)



Nos despedimos de los cuentos policiales….. les regalo el último espero que les guste tanto como a mí!!!!!!

¡Qué tengan una gran semana!



Actividad N°1

Lee el siguiente cuento policial. El autor es Rodolfo Walsh. Está escrito en estrofas de cuatro versos, con un formato de acertijo que lo hace único por el ritmo que genera y la gracia con que los hechos son narrados sin perder es estilo policial. Esta estructura sólo se rompe al final, en donde el autor utiliza la prosa para darle lugar a la explicación del comisario, parte esencial del género y vuelve a utilizar los versos en la última estrofa.


Tres portugueses bajo un paraguas.

    1

El primer portugués era alto y flaco.
El segundo portugués era bajo y gordo.

El tercer portugués era mediano.
El cuarto portugués estaba muerto.

2
–¿Quién fue? –preguntó el comisario Jiménez.
–Yo no –dijo el primer portugués.
–Yo tampoco –dijo el segundo portugués.
–Ni yo –dijo el tercer portugués.
El cuarto portugués estaba muerto.

3
Daniel Hernández  puso los cuatro sombreros sobre el escritorio.
El sombrero del primer portugués estaba mojado adelante.
El sombrero del segundo portugués estaba seco en el medio.
El sombrero del tercer portugués estaba mojado adelante.
El sombrero del cuarto portugués estaba todo mojado.

4
–¿Qué hacían en esa esquina? –preguntó el comisario Jiménez.
–Esperábamos un taxi –dijo el primer portugués.
–Llovía muchísimo –dijo el segundo portugués.
–¡Cómo llovía! –dijo el tercer portugués.
El cuarto portugués dormía la muerte dentro de su grueso sobretodo.

5
–¿Quién vio lo que pasó? –preguntó Daniel Hernández.
–Yo miraba hacia el norte –dijo el primer portugués.
–Yo miraba hacia el este –dijo el segundo portugués.
–Yo miraba hacia el sur –dijo el tercer portugués.
El cuarto portugués estaba muerto. Murió mirando al oeste.

6
–¿Quién tenía el paraguas? –preguntó el comisario Jiménez.
–Yo tampoco –dijo el primer portugués.
–Yo soy bajo y gordo –dijo el segundo portugués.
–El paraguas era chico –dijo el tercer portugués.
El cuarto portugués no dijo nada. Tenía una bala en la nuca.

7
–¿Quién oyó el tiro? –preguntó Daniel Hernández.
–Yo soy corto de vista –dijo el primer portugués.
–La noche era oscura –dijo el segundo portugués

.–Tronaba y tronaba –dijo el tercer portugués.
El cuarto portugués estaba borracho de muerte.

8
–¿Cuándo vieron al muerto? –preguntó el comisario Jiménez.
–Cuando acabó de llover –dijo el primer portugués.
–Cuando acabó de tronar –dijo el segundo portugués.
–Cuando acabó de morir –dijo el tercer portugués.
Cuando acabó de morir.

9
–¿Qué hicieron entonces? –preguntó Daniel Hernández.
–Yo me saqué el sombrero –dijo el primer portugués.
–Yo me descubrí –dijo el segundo portugués.
–Mi homenaje al muerto –dijo el tercer portugués.
Los cuatro sombreros sobre la mesa.

10
–Entonces ¿qué hicieron? –preguntó el comisario Jiménez.
–Uno maldijo la suerte –dijo el primer portugués.
–Uno cerró el paraguas –dijo el segundo portugués.
–Uno nos trajo corriendo –dijo el tercer portugués.
El muerto estaba muerto.

11
–Usted lo mató –dijo Daniel Hernández.
–¿Yo señor? –preguntó el primer portugués.
–No, señor –dijo Daniel Hernández.
–¿Yo, señor? –preguntó el segundo portugués.
–Sí, señor –dijo Daniel Hernández.


–Uno mató, uno murió, los otros dos no vieron nada –dijo Daniel Hernández. Uno miraba al norte, otro al este, otro al sur, el muerto al oeste. Habían convenido en vigilar cada uno una bocacalle distinta para tener más posibilidades de descubrir un taxímetro en una noche tormentosa.
“El paraguas era chico y ustedes eran cuatro. Mientras esperaban, la lluvia les mojó la parte delantera del sombrero.”
“El que miraba al norte y el que miraba al sur no tenían que darse vuelta para matar al que miraba al oeste. Les bastaba mover el brazo izquierdo o derecho a un costado. El que miraba al este, en cambio, tenía que darse vuelta del todo, porque estaba de espaldas a la víctima. Pero al darse vuelta, se le mojó la parte de atrás del sombrero. Su sombrero está seco en el medio, es decir mojado adelante y atrás. Los otros dos sombreros se mojaron solamente adelante, porque cuando sus dueños se dieron vuelta para mirar el cadáver, había dejado de llover. Y el sombrero del muerto se mojó por completo al rodar por el pavimento húmedo.”
“El asesino usó un arma de muy reducido calibre, un matagatos de esos con que juegan los chicos o que llevan algunas mujeres en sus carteras. La detonación se confundió con los truenos (esa noche hubo una tormenta eléctrica particularmente intensa). Pero el segundo portugués tuvo que localizar en la oscuridad el único punto realmente vulnerable a un arma tan pequeña: la nuca de su víctima, entre el grueso sobretodo y el engañoso sombrero. En esos pocos segundos, el fuerte chaparrón le empapó la parte posterior del sombrero. El suyo es el único que presenta esa particularidad. Por lo tanto es el culpable.”

El primer portugués se fue a su casa. Al segundo no lo dejaron.
El tercero se llevó el paraguas.
El cuarto portugués estaba muerto.
Muerto.




Actividades para después de leer



Completa el cuadro con los datos de cada testigo.




El sombrero estaba…..
Miraba hacia el……
¿Culpable o inocente?
Primer portugués



Segundo portugués



Tercer portugués






Describe la escena donde se desarrolla el crimen.

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Actividad N° 2

Reflexión sobre la lengua

Actividad para copiar en la carpeta o imprimir.




LA ORACIÓN

Los textos están organizados en párrafos. Estos a su vez, están formados por oraciones. Cada oración es una unidad que tiene sentido completo.

Las oraciones comienzan siempre con mayúscula y finalizan en un punto o cualquiera de los signos expresivos (de exclamación, de interrogación o puntos suspensivos).

Las oraciones, según su estructura, pueden ser bimembres o unimembres.

Las oraciones bimembres (O.B) son las que se pueden dividir en dos partes: SUJETO y PREDICADO.

El SUJETO, es aquello de lo que se habla. Su NÚCLEO es un sustantivo común o una construcción sustantiva.

El PREDICADO es aquello que se dice del sujeto. El NÚCLEO del predicado es un verbo, por eso se lo llama predicado verbal. (P.V)

En las oraciones bimembres el núcleo del sujeto y el núcleo del predicado tienen una relación de concordancia. Esto quiere decir que coinciden en el número y en la persona. Por ejemplo:


Si el SUJETO tiene un solo núcleo, es sujeto simple (S.S). Si tiene más de un núcleo el sujeto es compuesto. (S.C).

En algunas oraciones bimembres, el sujeto está mencionado es: EXPRESO (S.E). Si no se lo nombra, se trata den un sujeto TÁCITO (S.T).

Por ejemplo:                                   



El PREDICADO puede también tener uno  o más núcleos y según esto será simple (PVS) o compuesto (PVC).



Une con flechas los sujetos con los predicados para formar oraciones. Ten en cuenta la concordancia.





Actividad N°3

Analiza sintácticamente las siguientes oraciones.

Por arriba indica el sujeto y el predicado y por debajo, los núcleos.



DANIEL HERNÁNDEZ PUSO LOS CUATRO SOMBREROS SOBRE EL ESCRITORIO.





ESPERABAN UN TAXI EN UNA NOCHE TORMENTOSA.





EL COMISARIO INVESTIGÓ Y DESCUBRIÓ AL CULPABLE.










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